Tipos de esclavitud

28/01/2017

La esclavitud en su sentido tradicional se conoce como el hecho de que una persona (esclavo) pertenece a otra (amo). En la actualidad, ya no se da de forma tan generalizada y estrictamente en las relaciones de comercio como sí se hacía en la antigüedad puesto que esta práctica está abolida a nivel internacional.

Sin embargo, ahora se habla de la esclavitud moderna, que constituye un problema global que además afecta a todos los países de alguna manera. Depende mucho de las sociedades y sus normas, así como de la geografía, leyes y tradiciones culturales.

La esclavitud es, entonces, el tráfico de seres humanos en beneficio del amo, para su contratación o transferencia mediante amenazas, coacción y/o recurriendo a la fuerza o a otras formas de abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad de la víctima.

Se calcula que aproximadamente entre 10 y 30 millones de personas están sometidas a la esclavitud moderna, siendo esta una cantidad mucho más elevada que en la antigüedad. Los países con más esclavos son: Haití, India, Mauritania y Qatar.

Tipos de esclavitud


Servidumbre por deudas

La servidumbre por deudas es un tipo de esclavitud típia de los países Asiáticos. En estos países, la gran parte de esclavos son esclavos por deudas, principalmente en la parte Sur de Asia, es decir, aquellos que se encuentran en un proceso esclavista sirven a sus amos por deudas contraídas, en ocasiones incluso desde generaciones anteriores.

Estos trabajadores están sujetos a prácticas denominadas como servidumbre doméstica forzada y se caracteriza por el reclutamiento, suelen confiscarles los pasaportes o su documentación haciendo que se vuelvan nadie, retienen su salario, abusando así de los empleados que son, en realidad, esclavos.

Como se menciona en párrafos anteriores, India tiene aproximadamente 14,3 millones de personas en esclavitud, cifra que equivale a un 1,1 por ciento de su población.

Miembros de castas inferiores se convierten en esclavos en los diferentes sectores de producción, tales como: Hornos de ladrillos, servidumbre doméstica, tejido de alfombras, diferentes producciones textiles, prostitución, minería, agricultura,  y redes organizadas de mendigos.

Trata de personas

La práctica de la trata de personas es la compraventa y tráfico ilegal de seres humanos, a su vez tiene por finalidad principalmente la prostitución de mujeres, niñas y niños.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que hay unas 4,5 millones de víctimas de explotación sexual forzada y que, por cada víctima, los traficantes ganan aproximadamente 20.000 dólares.

Es habitual que en primera instancia se engañe a las víctimas prometiéndoles una salida del país oriundo (normalmente menos desarrollado que al que se dirigen) para ir a otro más desarrollado a conseguir un trabajo y una vida mejor. También puede ocasionarse mediante el secuestro. Tras esto, son trasladadas al país predeterminado (o a otro) y acogidas en locales o cualquier tipo de edificación.

En este punto, es cuando las víctimas comienzan a generar deudas a cambio de recibir comida, agua, o cualquier tipo de servicio que cubra sus necesidades básicas. A continuación, son obligadas a ejercer la prostitución por medio de la amenaza, la violencia u otras estrategias coercitivas (estafas, amenazas hacia su familia, abuso de una posición dominante, etc.) con la finalidad de pagar una deuda infinita que jamás acaba.

Explotación laboral infantil y adulta

El país más afectado por la explotación laboral infantil y adulta es China, a la par que India. Es la otra cara de la moneda del crecimiento económico de dichos países.

Normalmente la explotación laboral se lleva a cabo en talleres o locales clandestinos.

Las víctimas son «contratadas» por sus jefes sin ningún tipo de protección laboral o salario. Muchas veces ni siquiera pueden abandonar sus talleres de trabajo pernoctando en ellos durante un tiempo indefinido, habitualmente hasta que son rescatados.

Los menores también son susceptibles de incurrir en estas malas prácticas. Otro país con unos 1,2 millones de personas esclavas es Haití. Los niños de este país están sometidos a la esclavitud moderna, en su mayoría tienen la obligación impuesta por bandas organizadas a ejercer la mendicidad forzada.

Existe otro sistema haitiano de explotación laboral infantil y es conocido como «restavek» y se lleva a cabo con las familias como intermediarias. Es la propia institución familiar quien envía a sus hijos a familias pudientes con la finalidad de que estos trabajen para ellos, incluyendo abusos sexuales, servidumbre y otros trabajos forzados de índole agrícola o ganadera.

Matrimonios forzados

Los matrimonios forzados existen en la realidad y están más cerca de lo que se piensa. Se presentan en cualquier parte del mundo con independencia de la clase social, la etnia, la edad, etc. Si bien es cierto que es más típico de poblaciones o etnias que son más tradicionales.

Las costumbres o tradiciones de diferentes grupos culturales avalan que es necesario mantener cierto estatus o relaciones, en tanto que está aceptado socialmente el hecho de pactar un matrimonio de un hijo o una hija con otro/a de otra familia, con la cual se está interesado en mantener cierto tipo de relación.

En muchas ocasiones las mujeres no conocen sus derechos o también, se ven obligadas a aceptar dicho acto denigrante por no deshonrar a sus familias o por vergüenza y asumen así el hecho de compartir su vida con alguien que no decidieron por sí mismas; convirtiéndose de este modo en esclavas de sus esposos y familias.