Tipos de pasivos

31/08/2017

El término pasivo hace referencia a algo que no tiene movimiento, que no actúa. Como adjetivo, califica a una persona, objeto o cualquier cosa que permanece sin interaccionar con nada más, que no coopera o no reacciona. Proviene del latín “passivus” cuyo significado quiere decir sufrir, padecer, no actuar.

Por otro lado, esta palabra también puede ser utilizada como nombre o sustantivo cuando denomina a una carga o deuda que una empresa tiene.  Es un concepto muy habitual en el campo de los negocios. En la contabilidad de una organización, el pasivo se entiende como un compromiso u obligación monetaria que una persona, empresa o institución debe.

Tipos de pasivos


Pasivos reales

Aquellas obligaciones que están íntegramente indicadas a través de una notificación o contrato financiero que lo demuestra, es decir, las deudas adquiridas están identificadas en su totalidad.

Pasivos monetarios

Deudas que están expresadas como una cantidad de dinero concreta en la moneda nacional. En estos pasivos no se barajan cambios en la unidad monetaria expresada, es decir no se plantea que haya fluctuaciones en relación a cambios en precios futuros o en función de cambios en el valor de la moneda.

Pasivos a corto plazo

También denominados pasivos circulantes. Son aquellas deudas que se tienen que liquidar en el plazo de un año, o en su defecto en lo que dura un ciclo de operaciones. Estas obligaciones con terceras personas o empresas se deciden de forma administrativa y se suelen presentar en un contrato.

Existen diferentes pasivos a corto plazo: Las facturas de compra a crédito, la nómina o salario de los trabajadores, las cuentas que se pagan a los proveedores de la empresa, los documentos oficiales por los que se debe pagar un dinero, los acreedores, los impuestos al estado, los intereses cobrados por adelantado o las restan que se cobraron previamente.

Pasivos a largo plazo

Son aquellas deudas que surgen de gastos de gran tamaño a los que se enfrenta la empresa. Estos hacen referencia a la adquisición de otras compañías, la compra de activos o bienes fijos, así como el ajuste de pasivos a largo plazo ya existente que se re-planifican para momentos futuros. Estas obligaciones comprenden grandes cantidades de dinero, aunque en número sean limitadas.

Los pasivos a largo plazo pueden ser de diferentes clases: refinanciaciones, inversiones de crédito en bonos o acciones, cuotas de activos, etc.

Pasivos en moneda extranjera

Aquellas deudas que se han adquiero a través de negocios realizados con monedas de otros países. El valor de las mismas es cambiante, según la tasa representativa de dicha moneda en el mercado. Esto puede implicar una ganancia o una pérdida para los inversionistas de una empresa.

Las empresas suelen tener este tipo de obligaciones al comprar maquinaria o productos necesarios de organizaciones que fabrican en el extranjero. Por lo tanto, los pasivos en moneda extranjera pueden deberse a proveedores de otros países, a bancos del exterior o a establecimiento de crédito.

Pasivos diferidos

Son operaciones que contienen los productos que se cobraron con anterioridad, como pueden ser las rentas cobradas por adelantado, los intereses descontados al ofrecer los créditos o cobrados anticipadamente. También se conocen como créditos diferidos.

Pasivo garantizado

Aquellos que se obtienen al haber pedido un préstamo que se consiguió gracias a la entrega de una garantía en forma de activos.

Pasivos devengados

Se denomina de esta forma a los intereses devengados de un crédito. Estos aún tienen vigente la fecha para su pago.

Pasivos exigibles a la vista

Son las cantidades de dinero efectivo que las personas introducen en bancos y cuentas de ahorros. Los depositantes pueden acceder a dicho capital en cualquier momento.